- Bicarbonato con vinagre: Esta, menos tradicional o conocida, es una solución que aparece como “truco casero” si buscáis en Google. Este recurso puede ser útil para atascos menores producidos por comida, pelo mezclado con cremas, jabones y restos de productos de limpieza personal.
- Desatascador manual: El típico “chupón” que hay en todos los hogares pero que cada vez se utiliza menos. Al colocar el desatascador sobre el desagüe se produce el llamado “efecto vacío” que provoca que los residuos que provocan el atasco salgan a la superficie.
- Productos químicos: Esta solución suele ser la más habitual en la actualidad. Una solución rápida y cómoda, pero no siempre efectiva. La prueba está en que en muchas ocasiones vuelve a producirse el atasco en poco tiempo. Si no se elimina por completo los sedimentos adheridos a las tuberías, estos provocaran que se sigan depositando sobre ellos otros residuos que acabaran por taponar nuevamente las tuberías.
- Alambres: Algunos tratan de “pescar” los restos que provocan el atasco con un alambre doblado en un extremo en forma de gancho. Requiere paciencia y mucha maña.
- Fregona en el baño: Esta solución es muy similar a la producida por el desatascador manual, ya que trata de generar un vacío para expulsar los residuos que causan el atasco.
En primer lugar, podemos utilizar una tobera que expulsa agua a presión por la parte delantera para abrir camino y romper el atasco, mientras los chorros traseros, van expulsando estos restos hacia atrás. Una vez tenemos el atasco fragmentado, se utiliza otro tipo de cabezal que expulsa un caudal de agua mayor para arrastrar los residuos y dejar la tubería totalmente limpia.
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